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domingo, 19 de agosto de 2012

ALFONSO RIVERO ME LO PRESENTÓ, SE LLAMA MR. SÓRIVER, Y –DE MOMENTO– HA COLGADO AQUÍ SU SOMBRERO.

Conocí a Alfonso Rivero en un concierto de Alfonso del Valle. Pocos días después nos encontramos en el Café Gijón, de Madrid, y fue allí donde me presentó a MR. SÓRIVER...: un personaje misterioso que me sedujo desde el primer momento... Puro "country" sevillano en Madrid –o sea, de un atractivo irresistible–.

Mr, Sóriver, ajeno, por supuesto, a las disquisiciones "cantautoriles" del momento –él tiene otras cosas más serias que sentir y en qué pensar–, es un tipo melancólico, solitario y siempre en camino; buscador insaciable por inmensas llanuras, que –como diría Paul Young– «tiene su hogar allí donde cuelga su sombrero»

Mr. Soriver.

«Esta huida
no es más que un simple adiós
buscando el sur,
buscando una salida,
jugándome la vida
arriesgando una vez más
lamiendo tus heridas
sin poder olvidar».
("Buscando el sur")


Hace ya varias semanas que vengo persiguiendo a Mr. Sóriver, –siempre carretera adelante, asfalto interminable y guitarra en ristre...

Me he sumergido en sus amores y en sus desamores; en sus aventuras y en sus tortuosas desventuras, queriendo a veces como lo hacen los cobardes...

He procurado desentrañar la forma en que exorciza sus tristezas y sus soledades cantando o susurrando tonadas como un torpe cazador...

He intentado indentificarme con sus adicciones a despedidas, abandonos, desolaciones, perdidas, desengaños y corazones brindados...

Me he imaginado revolcones por el suelo esquivando tempestades que agonizan en ojos secos cansados de tanto llorar y en besos del este...

He escuchado el temblor de las paredes en la 602, o de aquel rascacielos –hotel, planta 14– a los pies de Diagonal...

He sentido el tiritar de los teléfonos que se duelen de las ausencias...

Y al final, después de varias semanas, siempre he terminado igual: bailando con él, o a su lado "el vals de las despedidas"; o entonando, ya casi convencido y medio borracho, alguna de sus canciones: "A ras del suelo", "Directo al corazón", "Buscando el Sur", "Lágrimas de mala calidad" o "31 de noviembre".


Mr. Sóriver.

Escuchándole cantar y contemplando su imagen, inevitablemente me viene a la memoria un tema de Waylon Jennings que también cantaban con bastante frecuencia Willie Nelson y Johnny Cash, me refiero a aquel que dice así:

«Mamas, don't let your babies grow up to be cowboys
don't let 'em pick guitars or drive them old trucks
make'em be doctors and lawyers and such
Mamas don't let your babies grow up to be cowboys
they'll never stay home and they're always alone
even with someone they love».



«Mamás no dejéis que vuestros bebés se conviertan en vaqueros
no dejéis que cojan una guitarra o que conduzcan viejos camiones
haced que se conviertan en doctores, abogados y cosas así.
Mamás no dejéis que vuestros bebés se conviertan en vaqueros
nunca se quedan en casa y están siempre solos
incluso cuando están con alguien que les ama».




Los consejos de Waylon Jennings, como suele ocurrirle a todas las personas que aman el "country" de verdad, sirven de poco; y este es el caso de Mr Sóriver: ama el "country" y ha hecho un buen disco cargado de historias que aunque no sé si narran hechos reales, lo que sí sé es que –de una u otra formo; no se sabe ni como, ni cuando, ni dónde– pueden pasarte... Ya lo dijo el inmortal Harlan Howard cuando le preguntaron que debía tener una buena canción "country"; el contestó: «Tres acordes y la verdad».... Y debe ser verdad porque para empezar y como ejemplo, después de escuchar a Mr. Sóriver, mi BlackBerry empieza a tiritar afectado por el dolor de algunas ausencias.

En resumen, os recomiendo escuhar y disfrutar este disco titulado "Al ras del suelo"... Os confieso que en mi caso, al irlo escuchando varias veces, he pasado, casi sin darme cuenta, del "no está mal", a la más fanática adicción... ¡y lo que me queda!

Ahora cuando de vez en cuando me encuentro con Alfonso Ribero, no puedo evitarlo, le miro, pienso en Mr. Sóriver y me pregunto: «¿Dónde habrá dejado colgado esta noche su sombrero?».


Alfonso Rivero, Íñigo Coppel y Dani Fernán en Libertad 8.

3 comentarios:

  1. Alfonso ha sido uno de los primeros amigos de La Estación.Él nos trajo la eterna sonrisa de Juan Ildefonso. A mí, quien primero me atrajo fue Mr. Sóriver. Más tarde, conocí a Alfonso Rivero. Lo has descrito muy bien, Fernando. Dos personas en una misma y perfectamente diferenciadas.El eterno y ausente buscador, pero que siempre se queda. Un beso, Fernando :)

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  2. yo tuve el privilejio y el honor de ser la primera persona k alfonso conocio, cuando nos presentaron no media mas de 50 centimetros pero ya era grande ahora estoy conociendo a mr.sorivier y me encanta asi que os invito a que lo conozcais no podeis perdeselo y si fernando gracias x haber captao la esencia de este artista ...

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  3. Como alumno (y no lo hacías nada mal chaval!!), como músico (muy grande!!), como un amigo de los buenos de veerdad y mejor aún como persona!! Orgulloso de estar a tu lado, en persona o en la distancia, y ver como sigues subiendo y evolucionando!! Yo sabes lo q te qiero, tío!! Un abrazo enorme!! (Y gracias Milagros por la parte q me toca en tus palabras... Así da gusto sonréir!!)

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